“Un libro prendido fuego, un libro mágico nos trajo Daniel” comentó uno de los chicos de la
escuela. Y de ahí arrancamos con todo lo que nos brindó Daniel ese día
fabuloso:
“Con qué fuerza teníamos que soplar para apagar el libro”
“ Me gustó cuando nos disfrazó”,
“Qué bueno cuando los chicos hicieron de esqueleto en el cuento del
Esqueleto de la biblioteca; y empezaron a darle viiiiiiidaaaaaaaaaaaaaaa”, “Estuvo
genial”
“Daniel era una viejita, después un nene mal educado, pero el más
fantástico fue cuando fue diablo”
“Cuando pasan cosas malas escupe cosas feas dela boca” “Sí, sí, sí...
cuando son buenas escupe cosas lindas”, “Escupió una araña re peluda”, “Creo
que escupió una flor”
“También nos disfrazábamos nosotros y nuestros compañeros. Fue mágico”
“Vivimos momentos mágicos”
Daniel Fierro, cuenta cuentos
también se llevó lindos recuerdos de nuestra escuela. Él nos dice:
“Contar y escuchar un cuento es dar una parte del corazón a cada uno.
Contar y escuchar un cuento es volver por un rato a ser un pibín q
juega, se ríe, imagina. Es tener la edad de la infancia en un cuerpo de adulto.
Contar y escuchar historias es construir un puente de risas, silencios,
misterios, miradas y sustos de mentira.Contar y escuchar un cuento nos hace sentir vivos en la mirada de todos.
Contar y escuchar un cuento es una fiesta maravillosa q nos une, nos
hermana, nos sana, nos alivia, nos iguala y nos incluye.”
Y termina diciendo:
"Un abrazo inmenso e intenso a todos y a cada uno de mí querida escuela
56 de La Plata. Daniel"
Nosotros le decimos:
Nosotros le decimos:
¡¡GRACIAS DANIEL!!
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